Sobo & Sobo: COVID-19 Actualización
Cómo atendemos a los heridos
Nota del editor: Nancy Gerson y su equipo, trabajando desde casa, consiguieron resolver diez casos de lesiones personales la semana pasada. Repito: diez la semana pasada. Gestionar las habilidades, la logística, las comunicaciones y los detalles de un acuerdo es un trabajo duro, que requiere tiempo y conocimientos de los que muchos profesionales del derecho carecen.requiere tiempo y conocimientos de los que carecen muchos profesionales del derecho. Nancy y su equipo lograron lo casi imposible. Ella intentará lo mismo cada semana.
Cuando se le pidió que comentara su notable logro, Nancy envió lo siguiente:
Todos nos encontramos en un periodo de agitación que está creando estrés en todo el mundo. La mayoría de nosotros no podemos hacer mucho más que quedarnos en casa y contribuir así a la derrota de este virus. Por supuesto, eso es importante. Es mucho. Pero tengo el privilegio añadido de ser una fuente de tranquilidad para varias personas, al menos a uno o dos niveles. Las personas a las que puedo ayudar desde la cuarentena son mis clientes de Sobo & Sobo.
En mi pequeño universo, al menos puedo ser una fuente de consuelo para este grupo. Trabajando duro, les hago ver que, independientemente de lo que pueda estar ocurriendo en sus vidas y en las vidas de sus seres queridos, pueden contar conmigo y con mi personal. Seguimos trabajando en sus casos, hacia la solución de sus demandas por lesiones personales. Esto no es poca cosa. Tanto a largo como a corto plazo, las finanzas se estirarán en las próximas semanas y meses. Mi equipo y yo estamos haciendo lo que podemos para ayudar.
Pero el trabajo que hacemos en Sobo & Sobo va más allá del dinero. Tenemos experiencia en tratar con el tipo de cosas que casi nunca ocurren: lesiones graves. Saber qué hacer en circunstancias raras y terribles es algo especial. Ser capaz de utilizar ese conocimiento también lo es.
Sabemos cómo se produjo el accidente; lo asustado que estaba nuestro cliente en ese momento; lo afectado que sigue estando emocionalmente; y los innumerables dolores y limitaciones físicas que está soportando, todos estos meses o años después. En mayor o menor medida, cada uno de nuestros clientes ha descrito lo dramáticamente que su accidente ha alterado su vida, sus relaciones, su seguridad laboral, su sentido de la esperanza para el futuro.
Al seguir comunicándome con ellos desde mi despacho en casa, tengo el privilegio de asegurar a mis clientes que lucho por su justicia económica, y mucho más. También estoy aquí para escucharles. Mi equipo y yo formamos un socio solidario en todo esto. Y, sí, hago saber a cada cliente que soy una persona más que piensa en ellos en estos momentos de aislamiento. La verdad es que nuestro equipo jurídico, formado por Alyssa Fischetti, Joseph Marrero, Kamelia Martinez, Adriane Dillard, Samantha Williams, Gabrielle Sicilia y yo, nos tomamos muy en serio la necesidad de garantizar a nuestros clientes que no se pierdan en el camino. Consideramos que esta es nuestra tarea crítica y sagrada.